Es la historia del pajarito que se cayó del nido cuando todavía no sabía volar. Una vez en el suelo se sentía solo y perdido, pero su familia siempre le gritaba desde el nido que abriese las alas, que podía despegar del suelo, porque estaba en su naturaleza volar...
Pero el pajarito tenía demasiado miedo, no se sentía capaz de hacerlo, quizá porque tenía las alas más pequeñitas que otros pájaros, o era de otro color, pero no veía que todos aunque fuesen distintos los unos de los otros, volaban.
Mientras estuvo en el suelo se le acercó un cuervo, esperanzado el pajarito se aferró a él creyendo que le ayudaría a levantar el vuelo, pero no hizo más que quitarle plumas hasta que el pajarito tuvo que huir y esconderse entre unas raíces.
Luego fue pidiendo ayuda a un pájaro, y a otro, y a otro... obteniendo el mismo resultado que con el cuervo; mojaron sus alas, le taparon el sol, incluso se pusieron a volar sobre él.
Y fue creciendo, mientras su familia seguía gritándole que podía hacerlo, pero que nadie podía hacerlo volar salvo él mismo.
Poco a poco decidió intentarlo, estaba muy triste y solo en el suelo, y echaba de menos a su familia, así que a parte de seguir pidiendo ayuda, fue intentando alcanzar el nido. Subió a las piedras, revoloteaba alrededor del tronco, escalaba el árbol, pero no conseguía llegar a la cima, no volaba.
Así llegó el día, en el que no sé cómo, ni en qué momento, ni siquiera el porqué, el pajarito, que abandonó el plumón y se había convertido en un ave con largas plumas, decidió que no se pueden obtener resultados diferentes haciendo siempre lo mismo. Cerró los ojos y se escuchó a sí mismo, y desde su interior una voz le hizo abrir las alas... El viento se coló entre sus plumas, las patitas empezaron a quedar en el aire, y con un batir de alas llegó al nido y abrazó a su familia. Y siguió ascendiendo... voló y voló, vio las cosas más bellas, sintió la libertad de estar en el aire y fue consciente entonces de que sólo gracias a él, estaba experimentando cosas tan maravillosas como la sensación de valerse por sí mismo.
No se puede resolver un problema usando el mismo tipo de pensamiento que se empleó cuando se creó.
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