Que casualidad haberte encontrado en el momento adecuado, en el instante oportuno, en la época correcta, en el día perfecto.
Y es que aún sonrió cuando pienso que me sentí rechazada, no se que me empujó a darte el like, creo que lo hizo algo que sabía más que yo, que sabía lo que había detrás de nosotros.
Aún recuerdo las tardes de verte y pensar "que chico tan mono", y nuestra primera conversación en la escalera, tan coherente y con una sonrisa preciosa. Siempre pensé que teníamos conexión y no andaba muy equivocada.
Parece surrealista como ha cambiado nuestra relación, a una velocidad de vértigo, y es que contigo he aprendido que no se sabe cuanto puede durar cada fase, y que una cuarentena puede ser perfecta, que las pandemias pueden unirnos, y que las adversidades solo nos han dado ganas y no excusas.
A veces imagino el momento en que pueda tocarte, los nervios pensando que ponerme para impresionarte en nuestra primera cita, estar tirados los domingos en la cama, llegar a casa del trabajo y pedir comida China, mirarte y que me tiemblen literalmente las piernas, hacer el amor contigo, ojalá pronto...
Porque me has devuelto la ilusión y la esperanza, por tu mentalidad tan contraria a todo y tan afín a mi, tus metas, tus gustos, todo tu, con tu cordura, tu ternura y la más pura perversión.
Que nunca nos falten los detalles, la conversación, las ganas, el amor, ni el tiempo...
Que nunca me falten las buenas noches, a ti nunca te faltarán mis buenos días.
Y es que aún sonrió cuando pienso que me sentí rechazada, no se que me empujó a darte el like, creo que lo hizo algo que sabía más que yo, que sabía lo que había detrás de nosotros.
Aún recuerdo las tardes de verte y pensar "que chico tan mono", y nuestra primera conversación en la escalera, tan coherente y con una sonrisa preciosa. Siempre pensé que teníamos conexión y no andaba muy equivocada.
Parece surrealista como ha cambiado nuestra relación, a una velocidad de vértigo, y es que contigo he aprendido que no se sabe cuanto puede durar cada fase, y que una cuarentena puede ser perfecta, que las pandemias pueden unirnos, y que las adversidades solo nos han dado ganas y no excusas.
A veces imagino el momento en que pueda tocarte, los nervios pensando que ponerme para impresionarte en nuestra primera cita, estar tirados los domingos en la cama, llegar a casa del trabajo y pedir comida China, mirarte y que me tiemblen literalmente las piernas, hacer el amor contigo, ojalá pronto...
Porque me has devuelto la ilusión y la esperanza, por tu mentalidad tan contraria a todo y tan afín a mi, tus metas, tus gustos, todo tu, con tu cordura, tu ternura y la más pura perversión.
Que nunca nos falten los detalles, la conversación, las ganas, el amor, ni el tiempo...
Que nunca me falten las buenas noches, a ti nunca te faltarán mis buenos días.
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