Creo que la vida es muy dura con nosotros, creo que nos pone constantemente acertijos, me siento como perdida dentro de un laberinto en el que las paredes cambian a diario y nunca sabes qué camino es el correcto. Creo que la sensación es aún peor, ni siquiera sé donde me lleva la salida, quizá cuando la conozca prefiera quedarme a vivir dentro.
Después de esta metáfora tan enrevesada lo que vengo a decir es que no sé manejar las situaciones de mi vida diaria, os suena? Nunca he sido una persona conformista, pero sí que estoy cómoda en mi felicidad a medias. Las relaciones nunca han sido lo mío, por eso son mi mayor quebradero de cabeza, me parece más fácil mantener una estabilidad emocional sin ellas. Sin embargo extraño el amor, no el amor a ratos al que estoy acostumbrada, si no el amor profundo, el de los domingos por la mañana...
Lo que las parejas perfectas con frases motivadoras de las redes sociales no me habían explicado es que una relación tiene tantísimas sombras como luces. Con lo inteligente que me considero no sé como puede sorprenderme esa afirmación. Dos personas, totalmente desconocidas, tienen que amoldarse tan perfectamente la una a la otra que lo que eran dos vidas independientes pasen a formar parte de una simbiosis en la que ambas salgan claramente beneficiadas en esa convivencia. Para ello el período de adaptación varía, para las vírgenes en relaciones largas, duraderas y felices como yo el período de adaptación dura hasta que tu cerebro deje de intentar sabotear la relación. El mío es un cabronazo, ya ha hecho varios intentos de sabotaje, pero en el último hemos tenido daños colaterales.
Le he hecho daño...hasta el punto en el que la frase "tengo que pensar" me ha detonado dentro. Parecía que nunca iba a llegar ese momento y que yo siempre iba a ser la directora de orquesta.
No se manejar esto, no se gestionar tantas dudas...tantos miedos... no sé dejar de pensar que en una relación tiene que llegar alguien, que te pegue un pelotazo, que lo intuyas perfecto, que te guste el 98% de él... yo no contaba con las rencillas, con los pelos en el baño, con el recelo a la intimidad, con el 30% de la cama para ti, no contaba con la idea de compartir en general... no contaba con la idea de aceptar, no contaba con la idea de adaptar, no contaba con la idea de ceder, no contaba con la idea de perdonar...
Supongo que a veces no sabes qué merece realmente la pena, supongo que claro, al no haberlo vivido no sé si la felicidad al final del camino realmente te compensa, no sé si la felicidad a medias es mejor que la felicidad compartida... El ser humano genéticamente está hecho para vivir en pareja, para tener familia, y quién dice eso?? A veces lo pienso, soy super feliz estando sola, porque siento la necesidad de dejar entrar a nadie más?
Pues creo que porque llega el momento en el que alguien te revuelve de forma que quieres invitarlo a comer, y quieres que se quede a dormir la siesta, y ya que está puede cenar contigo...y al final te ves abrazado durmiendo, y ahí estás tremendamente embriagado por la sensación del amor.
Pues bien, creo que necesito pensar...si quiero seguir con la embriaguez de los fines de semana y la resaca de los lunes, o si estoy dispuesta a volverme alcohólica.
Para ello tengo que despegarme del miedo... no creo que sea tan difícil, al fin y al cabo lo mío son los vicios.
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