Ya que han pasado unos días y mi cuerpo a asumido el enfado considerable que tenía creo que es hora de hacer una profunda reflexión.
Excusatio non petita, accusatio manifesta.
Significa que todo aquel que se disculpa de una falta sin que nadie le haya pedido tales disculpas se está señalando como autor de la falta.
Todo esto viene a cuento de una conversación que mantengo con una persona por la que yo aposté (sin éxito para variar), y él manifestaba que a pesar del amor que sentía por mí, no podía mantener una relación seria conmigo a pesar de mí. Es decir... sabiendo todo lo que sabía de mi, no era capaz de mantener una relación con alguien como yo. A todo esto he de decir que no se me ha pasado por la cabeza en ningún momento tener ni un atisbo de algo parecido a la culpabilidad.
Sinceramente...lo que más le importaba es que yo hubiese mantenido relaciones con un par de personas que él conocía y que estas hubiesen mantenido una conversación en tono denigrante hacia mí. A lo que le contesto... ¿soy yo la que debe arrepentirse de lo que haya hecho con mi cuerpo bajo mi responsabilidad y gozando de mi libertad? En cambio tanto ellos, que tenían y tienen pareja, como él, que tenía y tiene pareja, no deben sentir ningún tipo de vergüenza... Es él quien no debe querer estar conmigo por una conversación absurda entre gente cuyo respeto se ve que no merezco (porque no lo conocen), y no yo por dejarse influenciar por gente que al fin y al cabo tiene tan pocos valores como él.
Lo que me llama la atención es que siempre me dice que me echa de menos y me quiere, pero...sin que yo le pida explicaciones se escusa y me las da, por tanto... en realidad, y a pesar de todo, no soy yo quien tiene que lavarse la conciencia.
Por supuesto he de admitir que me duele enormemente seguir viendo como la sociedad con la que me toca convivir no está preparada para la gente como yo, pero he llegado a la conclusión de que tengo que dejar de luchar contra mí misma... yo simplemente fluyo, creo en mi libertad física y mental, y llevo tatuado confianza, amor y respeto, y hay gente que me quiere a pesar de mí.
Aún así hay gente que se empeña en celebrar juicios a puertas abiertas basados en su propia legislación, suerte que mi cuerpo sea un país libre cuya única gobernante soy yo.
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