Quizás es verdad que no me abandonaron... a lo mejor el destino los sacó de mi vida.
Soy muy consciente de que las personas cambian, no soy la misma que fui, ni soy quien espero ser sinceramente, por tanto la gente que me rodea está sufriendo la misma metamorfosis que yo, y da exactamente igual si el momento no es el correcto, el adecuado... Ese "te llamaré" que nunca llegó o ese "te quiero" que no se demostró.
Admito que hay gente que se ha ido y ha sido un soplo de aire fresco, no tenía tiempo para atender a nadie más y gracias a su pérdida he podido disfrutar de mí. Sin embargo hay cosas que me han quitado que no creo que pueda recuperar, sigo diciendo que los golpes de la vida están siendo demoledores este último tiempo, y aunque realmente me doy cuenta de mi fortaleza al seguir de pie, admito que cada vez tengo menos resistencia y menos ganas de luchar por lo que creo, y esa era una de mis características favoritas.
Al final... mi pregunta siempre es la misma ¿por qué me abandonan? He llegado a pensar que es mi problema y no el de nadie más, y entonces lo tengo jodido porque me esfuerzo tremendamente por querer bien a todo el que me rodea, si eso no es suficiente no sé qué más puedo ofrecer para no quedarme sola.
Creía conocer perfectamente a personas que ahora mismo son completas desconocidas para mí. Y lo siento... siento la lejanía, siento que todo es distinto, la falta de AMOR CONFIANZA Y RESPETO. Siento como cambian constantemente mis relaciones con personas que creía que siempre iban a estar, siento como desconocidos parecen saber más de mí que yo misma.
Veo mi exceso de peso caer, mi sinceridad salir a flote, abrirme en canal para decirle al mundo que no me importa, que por primera vez en mi vida estoy conectando conmigo misma y sé que la culpa que me oprimía no existe, sé que yo me puse en un lugar que no me correspondía y el destino está haciendo todo lo posible por cambiar eso y devolverme a donde debo estar, donde soy yo, sin excusas, sin complejos, sin justificaciones por absurdos, no me coge más en el cuerpo que una sensación de paz y tranquilidad, la que siente la gente que sabe que ha hecho todo lo posible, las personas que lo han hecho bien, las personas que arreglan lo que rompieron, que se sienten arrepentidas del daño infligido, las personas que aprenden de sus errores, aquellas que miran a quienes se fueron, fallaron, dañaron y mintieron a los ojos y pueden decirles por fin,
"no fui yo... fuiste tu".
Dedicado a la multitud de personas decepcionantes que me partieron el corazón, aún sabiendo el daño ocasionado nunca os reprocharé nada, seguiréis formando parte de mi vida como recuerdo, experiencia y herida.
Comentarios
Publicar un comentario