Creo que no sé por dónde empezar... Mi carta de despedida no fue digna de tí ni de mi, pero las circunstancias y el miedo me impidieron confesarte que creo que has sido el amor de mi vida.
He dejado de preguntarme quién me comprende, ni siquiera pienso en si alguien empatiza con mi dolor. Desde que te vi me enamoré, la gente que comparte su vida con peluditos como tu me dice que fuiste tu quien me elegiste. Confieso que estoy un poco enfadada, no me hiciste caso y por eso hoy no te tengo, pero ¿qué más le podía pedir a tu inocencia infantil? Yo era la encargada de protegerte y fallé, no dejo de torturarme por ello...supongo que confié en ti, como cualquier madre que le da la libertad a sus hijos con el corazón en un puño pensando que algo malo pudiese pasarles, creo que esa es la sensación que más describe lo que me sucedió contigo.
Como ya te he dicho sé que hay gente que pensará que es una aberración que te compare siquiera con un hijo, pero que se vayan al infierno, ni a ti ni a mí nos importa.
Siempre he dicho que no quiero tener hijos, pero que iba a adoptar a todos los animales que mi economía y mi longevidad me permitiese, me estoy ahogando con mis palabras mi bebé, no quiero que vuelvan a partirme el corazón. Siento muchos celos...que te daba ella que te hiciese cruzar ciego a pesar de que tu mamá te estaba llamando.
A veces tu recuerdo en la carretera me tortura, se me partió el alma, creo que nadie puede consolarme, creo que solo el tiempo me dará la aceptación de tu pérdida. Y me has dejado en casa sóla... he tenido que cambiar tu cuarto, lo siento, por supuesto no quiero borrarte, me sería imposible y no lo pretendo, me has llenado tanto que no podría arrancarte de mi vida sin quitarme una parte de mí, pero necesitaba dejar de entrar y posar la vista donde deberías estar.
Hay momentos en los que fantaseo contigo, como hubieses sido de adulto, aún te quedaban dientes de leche, te miraba dormir durante horas y no me movía para que no te despertases, soñaba con la primera vez que pisases la playa y deseaba que te gustase tanto como a mi. Eras eres y serás el bebé más perfecto del mundo, con los ojos más bonitos que jamás haya visto, has hecho ruido por donde has pasado, tan tierno, tan bueno, tan cachorro, tan obediente, tan sociable, haciamos un gran equipo.
Gracias por sacarme de casa, por los amigos nuevos que me has dado, te prometo que no voy a olvidar a higinia, se que sentías un gran amor por ella, seguro que la conocías en otra vida, mamá y yo lo sabemos. Quiero que sepas que tu abuela se acuerda de ti todos los días aunque no me lo diga, eras su salvavidas en la tormenta, pero no pasa nada, no te sientas mal, sé que no fue culpa tuya, que nunca quisiste dejarnos, y que a veces los designios de la vida son inexplicables. Por eso mismo creo que tenemos que disfrutar, y luchar por nuestra gran familia, para que cuando venga otro bebé sea igual de feliz que tú y tenga el mismo amor a su disposición, para darle un hogar lleno de amor como el que yacky tuvo y como el que tu tuviste, como el que todos tendrán, porque si algo me has enseñado, si algo estoy aprendiendo es que el amor cura, que el amor sana y que el amor es la base de la vida, no vamos a olvidarlo, te lo prometo.
Dale un beso a Yacki de mi parte, dile que lo echamos de menos, y que sólo nos quedan palabras bonitas para él, mi bebé hermoso, siempre vas a serlo, el bebé con los ojos más bonitos del mundo. TE QUIERO.
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