Tengo que admitir que siempre espero más de las personas de lo que luego llegan a darme, me pasa en todos los aspectos de mi vida, creo que mi gran problema es no admitir que los demás son distintos a mí, que no tienen porqué compartir los mismos principios que yo, ni por supuesto estar de acuerdo conmigo.
Entonces damos paso a mi segundo problema, que nunca se me dieron bien las despedidas, cuando ves que alguien no satisface tus expectativas o simplemente sus valores son tan distintos a los tuyos que te hacen daño, entonces tienes que dejarlos ir y dejar de esperar milagros. A todo esto tengo que decir que pienso que las cosas llevan un proceso, a riesgo de tirar un dardo envenenado ya digo que no soy de las que olvidan 15 años en 4 meses, pero tampoco soy de las que viven ancladas al pasado, creo que son cosas muy distintas, aunque haya quien confunda olvido con superación.
Siempre intento hacer entender mi dolor a gente que es sorda. Se repite constantemente el mismo patrón con el mismo problema, la gente con la que trato, a pesar de estar convencidos de que sí, no se hacen responsables de sus propios actos, los caminos más frecuentados:
- Fingir que no ha pasado nada y seguir la vida tal cual obviando mi existencia.
- Decir "yo ya he hecho todo lo que podía" a forma de justificación del abandono.
-Echarme la culpa a mí, "tú también eres responsable de lo que ha pasado".
Lo que nunca pasa... la introspección, el análisis, el sentarse con uno mismo y preguntarte ¿qué ha pasado? Creo que si tu traicionas... ¿qué culpa tengo yo? Si tu mientes y yo indago en esas mentiras ¿qué culpa tengo yo? Si finges amor ¿qué culpa tengo yo? Y entonces... porqué me atacas?
Quizá me relacionaba con el mismo tipo de personas por una conducta mal aprendida en la adolescencia, y eso conlleva a cometer los mismos errores una y otra vez, pero creo que llega el momento de ver la realidad, darte cuenta de quien eres y donde debes estar y dejar atrás a ese tipo de personas, y entonces empiezas a cambiar tu vida 180º y romper con todos los lazos que parecían irrompibles para sentirte distinta, pero liberada. Las relaciones no tienen que ser difíciles, ni tóxicas, ni con tanto altibajo, ni obligadas. Las relaciones tienen que estar llenas de CONFIANZA, AMOR Y RESPETO, y creo que en todas mis relaciones me han faltado las tres.
Siempre he aceptado las consecuencias de mis actos, creo que se aprende de la experiencia, más de las malas que de las buenas, pienso que si no tienes un tiempo para tí para pensar, ya sea porque renuncias a él o porque te mantienes ocupad@ para no tenerlo, entonces no tienes la capacidad de echar de menos, de analizar si realmente te merece la pena todo lo que ha pasado, y creo que ante mis problemas suelo ser la única que realmente piensa en lo que ha pasado.
Todo esto lo explico por lo mismo, porque con argumentos, a veces con buenas y otras con malas formas, siempre agoto todas las vías posibles para intentar solucionar los problemas que hay con quienes creo que me importan, y que al final con el tiempo dejan de hacerlo, no porque yo lo elija, al final yo marco distancia con algo doloroso esperando que la conducta cambie, como cuando la gente sale de rehabilitación después de ser drogadicta, la familia no la visita.. pero siempre esperan que cuando salga se haya dado cuenta de que la drogodependencia es suya, de que las únicas víctimas son los familiares, y de que tiene que cambiar.
Pero si al final en vez de rehabilitarse uno se queda con las drogas, que a la larga van a matarte, sabiendo que eso te lleva a mentir, engañar, e incluso autodestruirte porque enfrentarte a la verdad te resulta más doloroso... entonces pierdes a tu familia, pierdes esa vida de amor que has tenido y que ya no quieres tener y eres el único responsable. Pero lo entiendo, el orgullo siempre ha sido un enemigo difícil de vencer, y la autocrítica es muy dura.
Pero claro... no eres tú el que estás sol@, estás con las drogas, pues buena suerte.
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