Hay una frase de una canción de Hueco que me define en este momento: Los mejores años de nuestras vidas se los estoy dando no sé a qué o a quien.
Sé localizar sin pensar a penas los mejores años de mi vida, desde luego fueron los 20 muy pocos, siempre he tenido anécdotas locas y divertidas, y creo que he disfrutado de la vida mucho más de lo que la mayoría de las personas pueden decir. Pero de ahí a los mejores años... hay un gran paso. Siempre diré que mi mejor época como la de prácticamente todos ha sido la de estudiante, el ciclo formativo fue mi subida a la cúspide. No sólo conocí a gente maravillosa, me llevé grandes amigos, además me divertí enormemente. Recuerdo los jueves en casa de Christian, todos los recreos, las prácticas... Me iba a casa de Rosa a pasar las tardes fumando y sin embargo sacaba las mejores notas en los exámenes. Los viernes en Magazine eran lo mejor.
Recuerdo la excursión a Soria, creo que nunca he dormido tan poco para hacer cosas tan peligrosas, y las locuras, con todos mis compañeros, el disfrute el alcohol, sinceramente podria salir una película de adolescentes con todas las cosas que nosotros hemos hecho.
Y el amor adolescente, ese que te quema dentro, que irónicamente no lo sentía por mi novio en aquel momento, Chechu llegó a primero y me quemó el instinto totalmente, el instinto las neuronas y las bragas, y creo que no habia estado tan enamorada como de Fernando JAMÁS, y sin embargo ese chico anulaba todo en mi, me idiotizaba totalmente, pero al final sólo tengo buenos recuerdos, como he dicho, era una época en la que yo era mucho más alocada y divertida que ahora.
Y sí... digo firmemente que fueron los mejores años de mi vida porque además son los mismos de mis mejores fiestas, salir en Sabiote siempre fue distinto cada vez que lo hacíamos, al final los sucesos se hacen anécdotas y las cuentas y revives sin parar. Siempre me ha encantado bailar y arreglarme, y es irónico que me costase mucho menos arreglarme allí mil veces más para ir a un polígono a bailar que aquí para salir a cenar a un sitio caro. Como he dicho muchas veces la vida te cambia. Pero para eso están las experiencias, todo esto me ha hecho ser la que soy hoy, muy distinta pero la misma en esencia.
Pero a pesar de todo echo de menos los mejores años de nuestra vida, y creo que cualquiera que lea esto y haya compartido esos años conmigo sonreirá igual que yo sólo de pensar hoy en día en un Magazine o en una feria Sabioteña. Nos hacemos mayores.
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