Estoy intentando sanar mi alma. En realidad lo que estoy haciendo es intentar salvarla, creo que me juzgo culpable sin juicio alguno tantas veces al día que ya me siento condenada.
La culpa es el sentimiento más inútil de todos, no sirve para nada, ¡Cúantas veces lo habré escrito y ninguna me lo he creído?
Pero... si en mi educación no cogía la culpabilidad, ¿dónde he aprendido eso? Supongo que si me remonto a mi infancia como a tantas chicas de mi edad les pasará entramos en conflicto. Estamos en una sociedad que promueve y lucha por la igualdad, por la libertad sexual, por la integración total de las mujeres en el mundo que nos toca vivir, y sin embargo a diario escuchamos comentarios que denotan lo contrario, vemos hechos que nos demuestran que no es infundado el miedo a salir solas a la calle, y me parece tremendamente injusto...
Esta misma dualidad moral la he tenido en casa desde pequeña, me he educado en un hogar con un padre conservador cuyos comentarios la mayoría de las veces me resultan ofensivos no sólo para mí, si no para el resto de la sociedad que ellos no consideran "lo normal", y al frente una madre impresionantemente adelantada a su época, que siempre me ha dicho que soy libre de hacer cualquier cosa, incluído que me respeten. Y creo que ahí te fallé mamá, nunca conseguí hacerme respetar, hacer valer mis ideas... pero es que la mayoría de las personas que conozco son muy distintas a mi. Sinceramente creo que estan espiritualmente menos evolucionadas que yo, pero el tiempo será quien me de la razón.
Así que si vuelvo a mi culpabilidad, al fustigarme continuamente por como soy o lo que hago, a hacerme cargo de errores que ni siquiera son míos, y sin embargo amar locamente mi forma de ser, me resulta tan familiar que he llegado a la conclusión de que la dualidad moral de mis padres ha hecho gran mella en mí.
Mientras aprendía los valores maternos, los que quería quedarme, con los que me sentía identificada... sentía una culpabilidad enorme por fallarle a papá, por no ser lo que él esperaba, siempre he ansiado la aprobación de mi padre, mirarlo y sentir su orgullo, y crecí sin tener ninguno de esos sentimientos de mi papá hacia mí.
Y aunque a mi edad adulta esa sensación haya cambiado, el sentimiento de miedo y de culpa está tan arraigado en mí que no se como sacarlo, y tengo que hacerlo, me está haciendo un daño terrible, demoledor, tanto que mi cuerpo está dando muestras físicas de lo que emocionalmente no soy capaz de controlar.
Pero si aún no hemos conseguido el respeto y la libertad que nos merecemos durante siglos de lucha....¿Cómo espero yo respetarme a mí misma y mis decisiones en el suspiro que dura una vida?
Siempre....la culpa a la izquierda y el miedo a la derecha y yo con los ojos vendados, si vives mal aconsejada te rodearás de malas decisiones.
Comentarios
Publicar un comentario