Todas las niñas crecemos mirando a nuestro papá con admiración, nuestra figura masculina, nos hacemos la idea de como tiene que ser nuestra pareja en base al amor de nuestros padres. Por la educación recibida es papá el protector de la familia, quien siempre va a cuidarme, siempre voy a ser su niña y por más años que tenga nunca va a verme como la mujer que soy hoy en día.
Nuestra relación, como todas, ha ido evolucionando a lo largo de los años, y creo que estamos en nuestro mejor momento porque he pasado de ser la gran desconocida para mi padre, a ser su gran descubrimiento personal. Se ha dado cuenta no sólo de lo parecidos que somos, si no de mi, mi padre ha empezado a verme... Al final es verdad que el Alien ha venido para enseñarle algo, aunque a mi no me consuele ni lo más mínimo, pero tengo que admitir que si no hubiese sido por esta situación quizá mi padre hubiese llegado a ser un anciano ciego cuyos hijos desconoce y a cuya mujer no le da el valor que merece.
Ahora mismo mi papá es un héroe, vuelve a ser mi protector, mi cobijo... Daría mi vida entera por él, por que esté bien... Me hace sacar fuerzas de donde no las tengo, todo lo estoy haciendo por él y por mi familia. Me doy cuenta de que todo por lo que estaba enfadada con él ahora no importa, porque sobre todo lo comprendo, es curioso como puede cambiar la mente de una adolescente a una adulta. He dejado de tener rencor para sentir una profunda compasión por él. Sé lo que debió de doler, sé lo perdido que debía estar y la sensación de fracaso cuando creemos que todos nuestros esfuerzos por mantener a nuestra familia a salvo no han sido suficientes. Aunque la realidad es que a mí ni él ni nadie podía salvarme, y por mucho que me entristezca lo entiendo porque yo tampoco puedo salvarlo a él.
Pero puedo seguir siendo yo, al pie del cañón, su gran descubrimiento, su alegría... sé que le doy toda la energía que tengo dentro y salgo de casa cansada, pero esta lucha es de la familia, y yo soy parte de ella.
Creo que nunca somos lo suficientemente conscientes de que la vida puede acabarse en cualquier momento, que no hay instantes eternos, pero que los momentos vividos enriquecen el alma y llenan el corazón. Llevamos por bandera que el amor cura, que no hay nada más fuerte ni más poderoso que el amor incondicional, y yo amo a mi papá incondicionalmente, y tengo la grandísima suerte de haber conseguido que mi padre me mire con el mismo amor incondicional, y como he dicho antes... el amor cura.
Papá te entiendo, te perdono, te admiro, te cuido, te pienso, te protejo, te disfruto, te valoro, y sobre todo, por encima de todo papá... te quiero incondicionalmente con toda mi alma, y créeme, siempre estaré contigo.
Comentarios
Publicar un comentario