Que broma tan particular, justo cuando pensaba que era de piedra descubro contigo que soy de gelatina. Reconozco que nunca me había sentido tan cobarde, me da miedo el amor que me ofreces.
Adrenalina, se me acelera el pulso si te acercas demasiado, te desafío constantemente y somos como un choque de trenes, y sin embargo cuando me abrazas vuelvo a la niña que fui, y me siento tan querida... tan protegida... pero vulnerable, y vuelvo a la carga, ya me protejo yo, maldita coraza.
Contigo me escuecen las heridas, estoy viendo el daño provocado, orgullo herido, miles de inseguridades, traumas, cicatrices, mirada alta y fingir... fingir y fingir, y estoy harta de ello, contigo me permito ser yo, y te gusta. Estoy sintiendo tu especialidad, muy similar a la mia, ese afán de ser cuidador, superhéroe y complaciente, es difícil regular tanto amor por dar, te entiendo... pero lo estás haciendo bien. O debería decir... ¿lo estamos haciendo bien?
A veces siento que me he volado en mil pedazos y me estoy reconstruyendo junto a ti.
Aún no tengo claro que papel juegas en todo esto, aún no tengo claro si mi imaginación vuelve a jugarme malas pasadas, si estoy escondiendo errores, si vuelvo a normalizar relaciones tóxicas, y sin embargo por más que busco no encuentro nada, y vuelvo a mentir: encuentro tanto... encuentro felicidad, plenitud y ayuda, ya no me siento sola, me gusta contar contigo, me impulsas, me veneras, me enalteces, me disfrutas, me consientes, me escuchas... me quieres? Me gusta quien soy cuando estoy contigo, adoro quien eres, estés conmigo o no.
Vida dame una señal, y esta vez, por favor, que sea más clara.
Comentarios
Publicar un comentario