Hoy si toca, por petición... Cuando se acaba el amor.
Hay veces que no se acaba, simplemente se abandona, otras veces se deja escapar, y otras desaparece.
Conozco los tres casos aunque actualmente escribo influenciada por uno de ellos. Aún así seré imparcial.
Siempre depende de si eres la parte abandonada o la que abandona, si dejas o eres dejado, si esperas o asumes... De ti depende el grado de dolor, y a veces la responsabilidad de el dolor ajeno.
Por supuesto es más fácil renunciar tú, parece que lo has hecho por voluntad propia, y por tanto sólo queda aceptar tu propia voluntad, mucho más sencillo que someterte a la voluntad del otro.
Aún así... hay señales claras de cuando acaba el amor. No porque cambien las situaciones, si no porque cambia la manera de vivir las mismas situaciones. Los besos no son iguales, los móviles son los protagonistas, el tiempo juntos no es tan necesario, las conversaciones empiezan a desaparecer, os vais a la cama por separado, se eliminan los abrazos, al lado de la cama hay pañuelos por secar lágrimas y no orgasmos. Las señales son distintas, pero en todos los casos claras. Hay veces que las llamamos "rachas", hay veces que son enfados, pero en esos casos la señal de que se acaba el amor no existe, y esa es la soledad.
El amor llena, por tanto cuando desaparece vacía, por supuesto que se supera, pero la sensación de soledad, frustración y decepción, que en cada uno aparece y desaparece en la medida de sus sentimientos, esa sensación es común y por supuesto no deseada.
Siempre que empezamos algo lo empezamos con la ilusión de que sea para siempre. Si se acaba de mutuo acuerdo es lo mejor, si el amor desaparece por ambas partes también. Lo ideal sería que durase, que te colmase, pero lo siento, eso raras veces pasa.
Hay veces que nos pasa por delante y no lo vemos. Que estamos tan cegados en otras cosas que no nos damos cuenta de lo que está pasando, y las oportunidades se van, el amor que se va no vuelve. La confianza que se rompe no se reconstruye, la decepción no se olvida.
Hoy en día hay que andar con mil capas, con escudo incorporado para que no te dañen, y teniendo en cuenta que en una relación seria es en lo último que se debería pensar.
Entonces desisto, he tenido mil tipos de relaciones y sigo teniendo claro la que me hace feliz, así como que no quiero volver a construir nuevos escudos para relacionarme, prefiero no hacerlo, andar desnuda aunque sola. Es más natural y seguro para mí, mucho más incompleto, pero menos decepcionante.
El amor hoy en día se mide cuando se acaba el placer (hay una canción de bachata que habla de ello) cuando el sexo termina, los ratos divertidos, y estás realmente sólo, entonces recuerdas el amor, el que tuviste y no volverá, el que acabas de dejar escapar, el que no sabes retener o el que acabas de abandonar.
A veces menos es más... y a veces todo no es suficiente, y nada... nada es decepcionante.
Nunca se me dieron bien las despedidas. Te echaré de menos.
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